El pasado mes de agosto se presentó oficialmente la segunda generación del primer smartphone plegable de Samsung, aunque no fue hasta el 1 de septiembre cuando conocimos el precio final de este terminal: 2009 euros, 9 euros más caro que la primera generación a pesar del gran número de mejoras que incorpora, no solo estéticas sino también funcionales.
Pantalla exterior más grande, pantalla interior con mayor tasa de refresco, nuevo funcionamiento de bisagra que permite situar el terminal en cualquier posición de apertura, cámaras con más prestaciones… Con tantas mejoras, la compañía coreana espera vender más terminales que la primera generación.
Según un informe de Corea del Sur, Samsung tiene previsto fabricar entre 700.000 y 800.000 unidades del Galaxy Z Fold2. La compañía est�� fabricando los diferentes componentes que forman parte de este terminal en Brasil, Corea del Sur y Vietnam demostrando que a diferencia de otros fabricantes, ha conseguido mejorar el proceso de fabricación de los componentes sin subir considerablemente el precio.
Según diversos analistas, Samsung podría vender a o largo de este este año 3 millones de unidades entre el Galaxy Fold de primera generación, el de segunda generación y el Galaxy Z Flip, el smartphone plegable más barato que actualmente ofrece Samsung y que ha tenido un gran recibimiento por parte del público más pudiente.
Según estos mismos analistas, para el año que viene, Samsung podría poner en circulación 8 millones de smartphones plegables, una cifra que podría alcanzar fácilmente si los planes de la compañía de lanzar un smartphone plegable más económico se cumplen en los próximos meses.
Aunque Microsoft (más o menos), Motorola y Huawei también han lanzado al mercado smartphone plegables, la compañía coreana que creó esta nueva categoría donde ha sabido mantener su posición de liderazgo, lo que le permitirá, al menos inicialmente, conservarla en los próximos años, al igual que ha sucedido con el segmento de los smartphones compatibles con redes 5G.
